OBSERVATORIO ASTRONÓMICO NACIONAL

En 1878, con las adecuaciones al Castillo de Chapultepec que contemplaba el proyecto del ingeniero Ángel Anguiano, se inician ahí los trabajos de observación, medición y registro astronómicos, meteorológicos y geomagnéticos, a cargo del Ministerio de Fomento de la República.
Este primer observatorio nacional se consolidaría tras su reubicación (1883) en el antiguo edificio del Arzobispado, en Tacubaya: se programaron observaciones sistemáticas, incorporando las nacientes técnicas fotográficas; la institución formó parte del proyecto internacional Carta del Cielo (mapa y catálogo fotográfico, convocado en París en 1887), y se abrieron estaciones de observación geomagnética y sismológica en distintas localidades. En 1908 se terminó de construir en Tacubaya la que sería, por los siguientes 50 años, sede emblemática de la astronomía mexicana.
A partir de 1914, Joaquín Gallo Monterrubio encabezaría la institución por más de 30 años, se incorporó una nueva vertiente de estudios geográficos y meteorológicos y, a pesar de las precarias condiciones del periodo, hacia 1920 se consiguió alinear los husos horarios del país, que el mismo año ingresó a la recién fundada Unión Astronómica Internacional.
En 1929 el Observatorio sería incorporado a la Universidad Nacional, pero es sólo hasta 1948, con Guillermo Haro Barraza al frente, que se impulsó la formación de los primeros astrónomos profesionales. En 1952 dirigía también el observatorio de astrofísica fundado por Luis Enrique Erro diez años antes, en Tonanzintla, Puebla, y en cuya vecindad comenzó a desarrollarse una nueva estación para el astronómico, conforme se abandonaban las instalaciones de Tacubaya, para entonces obsoletas.
La dirección y las oficinas administrativas se alojaron en la Torre de Ciencias de la flamante Ciudad Universitaria en1954, hacia 1966 empezó la búsqueda de mejores condiciones para optimizar la tecnología de observación, que se encontraron en la sierra de San Pedro Mártir, Baja California, y al año siguiente nació el Instituto de Astronomía de la UNAM, al cual estarían adscritas, en lo sucesivo, las estaciones Tonanzintla y San Pedro del Observatorio Astronómico Nacional.
El “fondo documental antiguo” del Instituto de Astronomía de la UNAM fue transferido al Archivo Histórico en 1992 y es un cuantioso conjunto de testimonios sobre la labor científica y la administración del Observatorio. Su organización actual refleja en dos apartados los principales ámbitos de su responsabilidad: ESTUDIOS GEOGRÁFICOS (en series sobre geodesia, magnetismo, meteorología y sismología, entre otras) y ESTUDIOS ASTRONÓMICOS (los distintos proyectos atendidos, sus instrumentos y las organizaciones científicas involucradas).
Otra sección recoge PUBLICACIONES especializadas, memorias y folletería, incluyendo el Anuario (cuya edición se remonta a 1881), el Boletín de los observatorios de Tonanzintla y Tacubaya (1952-1973), y el Catálogo astrofotográfico del aludido proyecto Carta del Cielo (principal línea de investigación hasta 1947); finalmente, se concentra bajo el rubro de ADMINISTRACIÓN la documentación pertinente, con series como correspondencia, finanzas, personal y biblioteca.
Por su volumen, destacan los registros de observación, medición y cálculo, sobre todo referidos a la “Carta del Cielo” (junto con las placas o planos generados en el proceso), aunque también se conservan los relacionados con sismos, eclipses y otros fenómenos, así como la variada cartografía, terrestre o astral, los boletines climatológicos y los demás tipos documentales propios de estas tareas científicas.