COLEGIO DE SAN ILDEFONSO
Entre las órdenes religiosas que pasaron a América, la Compañía de Jesús desempeñó un papel relevante en el ámbito educativo de la Nueva España. Al año de su arribo, en 1573, formó un patronato de particulares adinerados para fundar el Colegio de San Pedro y San Pablo, destinado a atender a hijos de peninsulares; en la misma década abrió los de San Gregorio, San Bernardo y San Miguel, y estos dos últimos terminarían fusionados con el de San Ildefonso, en 1588, de manera que el nuevo colegio reunía varios “convictorios” de la Compañía.
Se trataba en principio de residencias para estudiantes que acudían a la Real Universidad, única institución autorizada para impartir cátedras y otorgar grados, aunque los jesuitas terminarían rompiendo este monopolio por lo que hace a la cátedras menores (gramática, latín y filosofía) y la teología, sobre todo después de 1612, cuando su principal establecimiento en la ciudad de México, con el patronazgo de la Corona, se reconstituyó como Real y Más Antiguo Colegio de San Pedro, San Pablo y San Ildefonso, que durante siglo y medio iba a contribuir a la formación de jóvenes aspirantes a ocupar cargos en la administración civil y religiosa, algunos de los cuales se distinguirían en la política o en las letras.
Para mediados del siglo XVIII contaba ya con su famoso edificio, representativo de la arquitectura barroca mexicana, aunque poco después la poderosa Compañía de Jesús entraría en conflicto con varias monarquías europeas, siendo expulsada de los dominios respectivos, de la Nueva España en 1767. San Ildefonso cerró temporalmente para reabrir en 1774, ahora con un miembro del clero secular en la Rectoría, y a cargo, entre otras, de algunas cátedras jurídicas; la consumación de la Independencia, al desligar al naciente Estado del orden jurídico español, tuvo entre sus consecuencias que el colegio dejara de llamarse real para convertirse en nacional y quedara sujeto a las políticas y proyectos educativos emanados, desde 1833, de los gobiernos liberales o conservadores que se sucederían.
Siguió un periodo difícil para esta escuela, que incluso vería su espacio convertido en cuartel de tropas extranjeras, para recuperarse más tarde como establecimiento laico donde, en sus años finales, las cátedras de Jurisprudencia convivían con un Liceo (que además certificaba los estudios de este nivel hechos en planteles incorporados). Todavía en noviembre de 1867 se presentaron ahí exámenes de derecho, pero al mes siguiente, en virtud de la ley que reorganizaba la educación en el Distrito Federal, se prescindía del modelo educativo representado por San Ildefonso, y en lo sucesivo el inmueble serviría de alojamiento a la nueva Escuela Nacional Preparatoria.
En dicho edificio subsistía el archivo del antiguo colegio, hasta que en 1966, gracias a la iniciativa de algunos académicos por rescatar documentos de interés para la historia de la educación superior, fue trasladado al Archivo Histórico de la UNAM.
Al ofrecer testimonio de la vida académica, la administración y la cotidianeidad del colegio, este fondo refleja asimismo pensamiento, costumbres y valores de la sociedad en que se desenvolvió la institución.
Entre sus tipos documentales se cuenta con reales cédulas, ordenanzas, constituciones, reglamentos, informes de visitadores, nombramientos de profesores, otorgamientos de becas, informaciones de legitimidad, pureza de sangre y buenas costumbres, así como partidas de bautismo, exámenes, registros de calificaciones y de ingresos y egresos, contratos de compraventa de muebles, inmuebles y esclavos, recibos de pago de colegiatura e inventarios.
Cabe aclarar que encontraremos legajos cuyo contenido procede, indistintamente, de los colegios coloniales que terminarían fusionados con el de San Ildefonso, de manera que nuestra organización documental no podía separar los materiales por establecimiento, salvo lo relativo al Colegio de Cristo, de tardía incorporación (1774). El acervo quedó clasificado conforme a las instancias de gobierno y a las funciones atribuidas, similares en cualquiera de los colegios, que fueron reconocidas al estudiar la organización y la reglamentación de los mismos. Se establecieron las siguientes secciones y subsecciones:
1. Rectoría
Superiores órdenes
Asuntos de alumnos
Becas
Vida académica
Obras pías y capellanías
Constituciones
Visitas
Correspondencia
2. Secretaría
Información de alumnos
3. Mayordomía
Ingresos y egresos
Gastos
Colegiaturas
Contabilidad de propiedades
4. Colegio de Cristo
Fundación
Informes de visitadores
Vida académica
Vida administrativa
Incorporación a San Ildefonso
Asuntos generales
Se puede consultar parcialmente en microfilme (cajas 1-43).